La verdad es que extraño el auto de papá. Está en la puerta pero no anda.
A veces, cuando quiero recordar los paseos en auto, se me da por sentarme en mi sillita que está guardada en el placard. Pero no es lo mismo, es bastante aburrido sentarse adentro de un placard.
Mejor me voy a ayudar a mi papá que tiene que arreglar una persiana. Debe ser más entretenido que estar sentado acá adentro...
¿No les parece que sin mi ayuda nunca hubiera logrado arreglar la cortina?
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